A principios de los años ´90 Adrián y Andrea cautivados por Mendoza y sus viñedos deciden dedicarse a la vitivinicultura. Hasta el momento la actividad de Adrián Río se desarrollaba en una empresa líder de consumo masivo. Juntos, durante meses exploran y estudian cada uno de los rincones de Mendoza buscando regiones vitivinícolas de mayor altitud y calidad. Así encuentran un lugar único, el lugar esperado para sus viñedos: Paraje de Altamira. La joya del Valle de Uco. Allí se asientan. Adrian asume el riesgo de abandonar la segura carrera profesional para iniciar su proyecto como productor de uva de alta gama. En los primeros diez años se dedica a la producción de uvas “TOP”. Las principales bodegas líderes eligen su producción por la calidad de la uva y el cuidado de los viñedos. Finalmente en el año 2007 deciden la construcción de la “Bodega Laderas de los Andes” emplazada entre sus viñedos y así comenzar la comercialización de sus vinos.